Lucía Valero
15-02-2022 12:56
La periodista revela que le sorprendió que las calles estuvieran vacías durante la pandemia mientras trabajaba. Lucía Valero garantiza que la improvisación es la mejor forma de llegar al espectador en una transmisión en vivo
"el papel principal del periodista es buscar la verdad"
¿Qué importancia tendría en su carrera ser el primer periodista en anunciar el fin de la pandemia?
No estoy acostumbrada a dar buenas noticias y sería la noticia, me encantaría poder contarlo. Sin embargo, en plena sexta ola aún queda mucho para poder anunciar el fin de la pandemia. De momento, con no tener que informar de más olas, ni nuevas variantes me daría por satisfecha.
¿Cómo se sintió al informar con las calles casi vacías durante el confinamiento?
Las calles desérticas y ese silencio… lo que más recuerdo es el silencio. No se escuchaba el ruido de los coches, ni el bullicio. Recuerdo el primer día que fui a la Puerta del Sol y estábamos solos mi compañero cámara, una patrulla de policía y yo. La sensación fue terrible, desde casa no era plenamente consciente de lo vacías que estaban las calles. La sensación fue de vértigo. Nosotros acostumbramos a contar lo que ocurre en la calle, rodeados siempre de gente nos enfrentábamos a un escenario nuevo.
¿La capacidad de improvisar es el aspecto más importante para llegar al espectador durante una transmisión en vivo?
Después de casi 16 años trabajando, sigo apuntándome los datos porque temo quedarme en blanco, todo lo demás lo improviso. Es la forma más natural de llegar al espectador: contárselo. Cuando preparas un tema te informas, hablas con las fuentes, tienes los datos y solo tienes que explicarlo, porque manejas toda la información. He trabajado en programas que han sido una escuela de improvisar, donde la información está viva y cambia a cada minuto. Al principio da miedo, después lo disfrutas
¿Reportar en la calle es el factor más importante en el crecimiento de un periodista?
Cualquiera que se considere reportero necesita la calle. Porque todo pasa ahí fuera. Para mí, la calle ha sido mi hábitat natural. No he pasado apenas tiempo en una redacción y es lo más enriquecedor que he vivido. Animo a todos los compañeros que están empezando que huyan de la mesa y la silla. Las historias ocurren en la calle y es el lugar donde somos más libres. Reporteros o animales de calle es lo mismo. Estar entre cuatro paredes es enjaularte. Esta profesión son etapas y cuando uno empieza tiene que aprender a volar. Antes de sentarse en una redacción, o en un despacho, tenemos que pisar mucho asfalto, porque la auténtica escuela y el periodismo están ahí y es el lugar donde nos forjamos y ganamos el respeto de los demás.
¿Cuál es el papel principal del periodista?
Informar, contrastar, buscar la verdad, ponerle nombre y apellidos a los datos, a los números. Contar la historia y ayudar a comprenderla. Y también denunciar, alzar la voz contra las injusticias y dársela a quienes no la tienen. Somos un mero transmisor y, a veces, altavoz
¿Cuáles son los cambios que tiene que hacer la televisión para seguir siendo la principal fuente de información frente a otros fenómenos como las redes sociales?
Las redes sociales se han convertido en una herramienta fundamental, la inmediatez se ha convertido en un valor. Pero todo lo que parece positivo convive con la falta de rigor y los bulos. Creo que televisión y redes pueden convivir pero para evitar ese sorpasso hay que seguir ofreciendo calidad, trabajar con honestidad y que la rapidez no gane a la precisión. Desde que empecé a estudiar ya escuchaba que internet ganaría terreno a la televisión y aquí seguimos porque la gente valora la información de calidad
¿Cómo te imaginas que sería hacer una noticia solo para el público que te sigue en las redes sociales?
Sería igual, sin perder el rigor, contrastando las fuentes, ofreciendo información de calidad, de manera directa y sencilla pero sobre todo haciendo pensar.
¿El poder de la imagen sigue siendo fundamental para que la televisión sea el medio más influyente?
“Una imagen vale más que mil palabras” y este es nuestro día a día. La televisión es imagen y la imagen es fundamental. Pero al mismo tiempo hay que trabajar la información: contextualizar lo que estamos viendo, ofrecer diferentes puntos de vista. La televisión como el cine es magia, arte…y hay tantas formas de hacerla como periodistas existen. Siempre quise trabajar en prensa o radio pero reconozco que la tele atrapa y engancha. Esa adrenalina disparada crea dependencia.