Entrevista a Lucía Pérez Sanagustín

14-10-2021 11:37

El periodista explica cuáles fueron los problemas en el ejercicio de la profesión durante el peor período de la pandemia. Lucía Sanagustín asegura que combatir la desinformación será el principal desafío en el futuro

 

Toda España permaneció dentro de sus casas durante 3 meses

 

¿Cuál fue el momento más notable de su trabajo como periodista durante la pandemia?

Durante la pandemia la redacción se dividió en grupos de trabajo. Uno en un edificio, el segundo en otro edificio y el tercero desde casa (éstos últimos encargados de salir a grabar y a hacer conexiones en la calle). Yo formé parte de éste último grupo. Debía salir cada día a informar delante de los hospitales y contar cómo se estaba viviendo aquel infierno. En realidad cualquier momento fue relevante. Toda España permaneció dentro de sus casas (tan solo se podía salir a comprar o alguna urgencia) durante 3 meses. Fueron unos momentos en que todos estaban pendientes de la televisión para informarse, así que los periodistas tenían una gran responsabilidad a la hora de contar la información. Había que dar datos importantes (número de muertes, de infectados...) y además tratar con los afectados, se debía hacer con mucho respeto y delicadeza. Grabar e informar desde una ciudad como Madrid completamente vacía fue muy estremecedor.  

¿Cómo cree que se sentirá si tiene que informar del fin de la pandemia?

Es complicado saber si existirá un final de la pandemia. Si lo hubiera sería un hito a nivel mundial y ocuparía las portadas de todos los periódicos.  

¿Fue la desinformación uno de los aspectos que se hizo más visible con la pandemia?

En España costó mucho poder acceder a las zonas UCI de los hospitales para contar qué estaba pasando.  Los profesionales de la salud no querían que los medios de comunicación viéramos el horror que estaban viviendo dentro. Unas semanas después del inicio de los peores momentos de la pandemia nos abrieron las puertas de los hospitales de forma controlada. Finalmente tuvimos acceso a una información transparente. En los lugares donde nunca se supo bien qué ocurrió fue en las residencias de mayores. Ahí es donde murió la mayoría de los infectados por covid, sin embargo las residencias eran completamente opacas transmitiendo información, tanto a los medios de comunicación como a los familiares. Estuvieron cerradas durante meses para todos. Fue como si los sanitarios de las residencias se sintieran culpables de lo que estaba ocurriendo cuando en realidad era una enfermedad incontrolable en aquel momento. Posiblemente ese fue el tema del que informamos con menos precisión simplemente porque nunca pudimos acceder durante los meses más duros. Por otro lado, tuvimos que luchar contra las fake news, estábamos obligados a desmentir cada día muchas informaciones para no crear confusión entre la ciudadanía.

¿Cuáles son los aspectos fundamentales para realizar una transmisión en vivo?

Yo siempre pienso que hay que contar la información para que la gente la entienda. Hay que contar lo más importante, no todo. De lo contrario el espectador se pierde. Hay que ser claro y cercano. El espectador debe sentir que le cuentas una historia de la que él forma parte, o bien una historia que le afecta de manera directa o indirecta, por ello hay que explicarlo de forma sencilla y atractiva.  

¿Qué es lo que más aprendes mientras haces periodismo en la calle?

Lo que más aprendes cuando trabajas en la calle es a trabajar con un equipo muy reducido (redactor, cámara y sonido), a resolver problemas sin que nadie más te ayude y a buscar historias. Un reportero siempre puede llamar al superior para pedir consejo pero solo el que está en la calle sabe lo que tiene, lo que puede enseñar y lo que ha encontrado. El reportero de calle tiene la responsabilidad de buscar una buena historia y confiar en ella. Un reportero de calle agudiza el olfato periodístico buscando historias, personas, lugares... desde la redacción, el periodista queda muy limitado. 

¿Cuál es la función principal del periodista?

La función del periodista es contar la verdad, denunciar injusticias y contribuir a compartir lo que está ocurriendo con la sociedad de forma comprometida. Es primordial transmitir la información de forma clara y veraz para que el espectador se forme una conciencia crítica capaz de comprender lo que ocurre a su alrededor y que ayude a que la sociedad avance. 

¿Los desafíos del periodismo de información tienen que ser ganar credibilidad en relación con las redes sociales?

Actualmente los periodistas tienen un gran desafío: luchar contra la desinformación, contra las fake news. Para ello es muy importante contrastar informaciones y recurrir a fuentes oficiales. Es vital desmentir las fake news para que la sociedad conozca la verdad. Hoy por hoy muchos pueden ser periodistas compartiendo fotografías, vídeos o comentarios por las redes sociales. Pero hay que recurrir siempre a informaciones oficiales. En el caso de utilizar información que se comparte en las redes sociales hay que cumplir un protocolo. Por ejemplo, en nuestro telediario solemos emitir vídeos que la gente graba y cuelga en twitter, instagram... sobre inundaciones, incendios... pero antes de emitir el vídeo debemos preguntarle al autor si es verídico y si es suyo. Sin su permiso no podemos emitir tal vídeo. Es una manera de aprovechar el impulso de las redes sociales para ampliar información pero de una forma veraz. 

¿Las redes sociales son las principales responsables de la falta de información de calidad?

Las redes sociales no son las responsables. Los responsables son las personas que las usan para propagar mentiras o con un fin negativo. Los  usuarios de las redes sociales son los que crean el contenido. Por eso es necesaria una educación en medios. Es decir, desde bien pequeño, en el colegio, en el instituto y luego en la universidad, debe existir una formación que enseñe a utilizar estas redes. Los usuarios deben entender que las redes sociales son útiles para muchas cosas pero totalmente endiabladas para otras.